La planta de romerito es un tesoro por su gran valor nutritivo, pues es rico en ácido fólico, vitaminas A y C, calcio y fibra.
Los romeritos son un quelite, su nombre deriva del náhuatl quilitl, que significa “hierba comestible” y se convierten en el ingrediente principal de un plato que nunca falta en nuestras mesas cada Navidad, en la cena de fin de año y en Cuaresma.
Durante la época prehispánica, estos quelites eran plantas muy valoradas por los aztecas y hoy en nuestros días continúan siendo un alimento muy importante para la gente del campo, por sus grandes beneficios nutricionales y medicinales.
La tradición de servir romeritos en las cenas de Navidad y Año Nuevo, al parecer, tiene su origen en la época de la Colonia, en esos años, los religiosos solían guardar una especie de vigilia el 24 de diciembre y como los romeritos no llevan carne encajaron perfectamente, y para “matar el hambre”, comían antes este plato vegetariano, pero le agregaban el mole poblano que acompañaría al pavo de la comida de Navidad.
Durante octubre, productores de la zona rural de la Ciudad de México, principalmente de las zonas rurales de San Andrés Mixquic, San Nicolás Tetelco y San Juan Ixtayopan en Tláhuac, dieron inicio a la siembra de los romeritos que degustaremos en la época decembrina, los cuales en en 2017 registraron una producción de más de 6 mil toneladas.
No olvides que en Navidad y Año Nuevo un buen plato de romeritos no puede faltar en tu mesa.